Coaching para mujeres viviendo en el extranjero

Si estás lejos de casa y no sabes cómo sostenerte, este espacio es para ti.

 

A veces emigrar no duele… al principio.
Es cuando la vida se calma, cuando todo el mundo ya volvió a su rutina y tú te quedaste en la tuya — nueva, silenciosa, diferente — que algo dentro empieza a moverse.

Quizás no estás mal. No tanto como para “ir a terapia”.
Pero algo no está bien.

Hay días en los que te preguntas si fue buena idea mudarte.
Días en los que sentís culpa por no estar feliz. Por no disfrutar lo que “tanto buscaste”.
Días en los que simplemente te cuesta levantarte, conectar, sentirte tú.

Y no se lo contás a nadie. Porque “tampoco es para tanto”, ¿no?

Pero en realidad… sí es para tanto.

Porque lo que te pasa tiene sentido.
Y merece un espacio.